Los audífonos son unos instrumentos electrónicos desarrollados con la finalidad de poder compensar a las personas con pérdida auditiva la percepción sonora del habla y del entorno. Los audífonos no curan la enfermedad. No son un oído nuevo. Necesitan ser personalizados para cada paciente y esa persona necesita práctica y colaboración del entorno para volver a reconocer los sonidos y entender mejor.

Desde que Alexander Graham Bell patentara en 1876 el teléfono (telégrafo acústico) y, como una variante del mismo, el audífono ha pasado 130 años con un desarrollo vertiginoso en innovaciones tecnológicas aplicadas a los mismos. Hoy en día los audífonos incorporan la tecnología digital más avanzada, han conseguido disminuir su tamaño y aumentar sus prestaciones, permiten a las personas con hipoacusia ser las personas mejor conectadas con las nuevas tecnologías. Sus formas exteriores responden tanto a la estética como al grado de la pérdida de cada uno. Siguen siendo los audífonos retroauriculares (encima-detrás del pabellón auditivo) los que más proliferan, menos problemas de mantenimiento presentan y mayor duración tienen. Los audífonos que se introducen en el conducto auditivo, se conocen como intracanales o CIC, buscan más la estética, pero por las condiciones de cera, sudoración, polvo… en el que tienen que permanecer durante su funcionamiento son más propensos a las averías y su desgaste es mayor.

La proliferación de modelos retroauriculares pero con tamaño mini o micro, tubo finísimo y la posibilidad de menor obstrucción del conducto han revolucionado los audífonos en el inicio del nuevo siglo. Mejoran la estética sobre los intracanales, apenas se aprecian -ni desde fuera ni por el propio usuario- e incorporan las ultimas mejoras tecnológicas. Desgraciadamente, la mejora conlleva un coste, pero «los tiempos avanzan que es una barbaridad». Renunciar a ella por el coste no tiene sentido, pues visto en el tiempo que puede ser útil su valor estaría entorno a 1 € al día y los beneficios que proporcionan deben valorarse en mucho más que esa cantidad.