Audición

Exploraciones auditivas en Salamanca

En Audífonos Auditrón contamos con un equipo de profesionales altamente cualificados y con una amplia trayectoria en la exploración audiológica y el sector de la audición en Salamanca.

Para comprender la complejidad de la audición humana es importante destacar los siguientes factores que intervienen en el proceso. Es decir, el sonido, el oído externo, medio, interno, etc.

EL SONIDO

En Audífonos Auditrón contamos con un equipo de profesionales altamente cualificados y con una amplia trayectoria en la exploración audiológica y el sector de la audición en Salamanca.

Para comprender la complejidad de la audición humana es importante destacar los siguientes factores que intervienen en el proceso. Es decir, el sonido, el oído externo, medio, interno, etc.

El oído externo

El pabellón auditivo (la oreja)
La única parte visible del oído es el pabellón auditivo (la oreja) que, debido a su especial forma helicoidal, es la primera parte del oído en reaccionar ante el sonido. El pabellón auditivo funciona como una especie de embudo que abarca así más ondas sonoras y las encamina hacia el interior del oído. Sin la presencia de este embudo las ondas sonoras no tomarían la ruta idónea hacia el conducto auditivo. Esto haría que parte de la energía acústica se perdiera siendo la recepción más débil, menos eficaz y poco localizadora de la situación de la fuente sonora.

El conducto auditivo
Es un canal de sección redondeada que conduce las vibraciones sonoras al tímpano y las refuerza mediante una ganancia llamada resonancia del conducto, además de proteger el oído de partículas e insectos mediante el vello y el cerumen de su porción externa, además de un recorrido sinuoso que dificulta aún más la entrada.

El oído medio

El tímpano
El tímpano o membrana timpánica, constituye la delgadísima pared externa del oído medio, de forma oval, con 8 a 10 mm de diámetro y gran elasticidad, resulta extraordinariamente sensible a las vibraciones sonoras, vibrando en consonancia con ellas, y convirtiéndolas en vibraciones mecánicas.

La caja timpánica
Es una caja aérea (la caja timpánica) extendida entre el tímpano, por fuera, y una pared de hueso por dentro que, a su vez, protege al oído interno o laberinto, dejando sólo dos pequeñas ventanas, la oval arriba y redonda abajo. Dicha caja contiene la cadena de huesecillos (cadena osicular) sujeta al techo y paredes mediante finos ligamentos. El huesecillo más externo, o martillo, tiene una parte, el mango, unida al tímpano, vibrando con él ante el sonido, mientras su cabeza, unida al yunque, y este al estribo -que tapa la ventana oval- transmiten a través de esta sus vibraciones, multiplicadas en energía, al oído interno.

El oído interno

El oído interno o laberinto tiene dos partes distintas, el vestíbulo, para el equilibrio, y la cóclea o caracol, para la audición. Este es un largo tubo, enrollado como un caracol, y ocupado por líquidos. Al entrar las vibraciones por la ventana oval, estas se transmiten al líquido, que está divido en tres compartimentos separados por membranas. En una de ellas está asentadas unas células con pelitos o cilios, las células ciliadas, cuyos cilios se mueven con las vibraciones de la membrana basal, y ello transluce las vibraciones mecánicas en impulsos eléctricos que, por el nervio coclear, a modo de cable, suben al cerebro. Allí se analiza e identifica el mensaje sonoro.